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Publicado: Lunes, 25 Marzo 2024 15:24
Llega el ministro de Defensa de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, y se reúne con Luis Petri. El Gobierno comprará cazas supersónicos F-16 Fighting Falcon para la Fuerza Aérea Argentina.
Argentina está a un paso de recuperar la capacidad de caza e interceptación supersónica que se perdió en 2015. Este martes, el ministro de Defensa de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, se reúne con Luis Petri en el edificio Libertador sede del ministerio de Defensa.
La agenda bilateral tiene como tópico exclusivo cerrar la operación de compra de cazas supersónicos F-16 Fighting Falcon para la Fuerza Aérea Argentina. También se hablará de cooperación bilateral y por la tarde el ministro danés disertará en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) sobre el conflicto entre Ucrania y la Federación Rusa.
El encuentro viene precedido del anticipo que hizo el 20 de marzo pasado Javier Milei en las redes. “Argentina comprará los aviones de combate F-16 estadounidenses al gobierno de Dinamarca. Es el mayor avance en Defensa de los últimos 20 años”, posteó el usuario “Milei Shelby”, sobre la adquisición y unos minutos después fue confirmada por el propio presidente que retuiteó el mensaje en su cuenta oficial. Es claro que la decisión política se tomó y no quedaría otra gestión más que la firma del contrato que explicaría la llegada del ministro danés.
La oferta había sido pausada por la incertidumbre política previa a la elección presidencial y luego el escenario de torniquete fiscal, Dinamarca extendió la el plazo a la Argentina en medio de requerimientos de Ucrania a la OTAN para contar con aeronaves F-16 en su guerra con la Federación Rusa.
La compra es por 16 ejemplares F-16 AM, (monoplaza modernizado) y 8 ejemplares F-16 BM (biplaza modernizado) pertenecientes a la Fuerza Aérea Real de Dinamarca, todos con upgrade de media vida (MLU) y en vuelo. El plan de pagos se extendería por 6 años para pagar el monto total de alrededor de 650 millones de dólares, 340 millones en aeronaves, repuestos, utilajes, bancos de prueba y herramientas y 310 millones para el armamento norteamericano.
Se necesitan 30 millones de anticipo luego la operación se financia a un 2 por ciento, generoso beneficio que permite el Foreign Millitary Financing (FMF) un programa de la Agencia de Seguridad y Cooperación para la Defensa del gobierno de los EEUU, a través del cual determinados gobiernos extranjeros elegibles (aliados) adquieren equipamiento, servicios y entrenamiento al gobierno de EEUU. Los aviones son de dotación de la fuerza aérea danesa, pero los fabrica la compañía estadounidense Lockheed Martin y por eso intervino el Congreso y la administración Biden que autorizaron la transferencia a la Argentina en 2023.
El contrato se encuentra listo para la firma desde octubre de aquel año, ahora habrá que reformular el cronograma de cuotas. Se llegó a esta instancia tras 9 años de peregrinación en la que circularon diferentes proyectos/ofertas desde Mirage F-1M (Francia), KFir Block 60 (Israel) como transición a un caza de 4° generación y las más actuales, MIG-35 (Federación Rusa), HAL Tejas (India), Thunder JF-17 (China) y el favorito seleccionado F-16 A/B MLU de la Fuerza Aérea Real de Dinamarca. "No puede prescindirse del concepto de Fuerza Aérea aquello que hace a su verdadera esencia que son los aviones de combate".
Fueron las palabras que pronunció en diciembre de 2015 el entonces titular de la fuerza, brigadier general Mario Callejo en el acto final de la vida operativa del Mirage que tuvo lugar en Tandil. Hito que marcó la perdida de una capacidad esencial en el control y disuasión del espacio aéreo soberano.
Con menos suerte transitó su sucesor brigadier general Enrique Amreim que no pudo poner en agenda la cuestión cazas durante el gobierno de Macri hasta que el siguiente mandamás de los aviadores militares, brigadier general Xavier Isaac tomó una posta compleja por la situación económica del país y la zigzagueante orientación internacional de la administración de Alberto Fernández. Sobre el final de gestión del Frente para la Victoria y la llegada de LLA a la Casa Rosada, la brújula geopolítica de Javier Milei se reorientó al Norte y favoreció el avance de la opción F-16 A/B MLU de la aviación militar de Dinamarca. Opción que cerró la posibilidad de ingreso de China a la región con su avión Thunder JF-17 el otro competidor que estuvo en la gatera.
La oferta danesa de F-16 recibió un inesperado sprint con la designación de Isaac al frente del Estado Mayor Conjunto, conocía en detalle los caminos de la negociación por haberlos recorrido durante la jefatura en la fuerza que ahora conduce el brigadier mayor Fernando Mengo. Dinamarca al igual que Noruega, vendedor de 4 aviones de exploración y vigilancia marítima de fabricación estadounidense, Orión P-3C/N para la Aviación Naval cuyo primer pago liberó Economía la semana pasada, están entre “las prioridades de enlace estratégico con potencias intermedias” como gusta definir ahora la política internacional de Defensa.
Claro, se empezó por los medios y de allí a la validación con enunciados estratégicos ¿no sería al revés? Dinamarca y Noruega pertenecen a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) la alianza militar de países de Europa y Estados Unidos para garantizar la seguridad y libertad de sus miembros. La adquisición de aviones de integrantes de la alianza atlántica que además son originarios de los Estados Unidos (autorizó la cesión de los aparatos) es una señal contundente de la vocación de reinsertar a la Argentina en la agenda de compromisos globales, con sus beneficios y riesgos.
Dinamarca es uno de los países que se comprometió a transferir 19 aviones F-16 a las fuerzas ucranianas destinados a combatir a la Federación Rusa. Los cazas F-16 no tienen componentes de origen británico una ventaja frente a obstáculos políticos del Reino Unido. Londres no podrá ejercer el veto herramienta incomprensible a 42 años de la finalización del conflicto del Atlántico sur. Las características y performance de estas aeronaves requieren inversión en infraestructura para tareas de mantenimiento, se había incluido una partida en la ley de Presupuesto Nacional de 2024 que no se votó.
El arribo del caza F-16 además de los Orión, ambos productos del grupo fabril Lockheed Martin brinda una oportunidad para el desarrollo tecnológico de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA). La planta cordobesa, concesionada a Lockheed Martin en los 90 conserva la vinculación técnica, presta servicios de modernización y mantenimiento a otro avión de Lockheed Martin, el C-130 Hércules y está habilitada para ofrecer upgrade de Hércules a otros clientes militares.
Fuente: ambito.com
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Publicado: Lunes, 18 Marzo 2024 17:27
Se suman al anuncio de la apertura de importaciones para productos de la canasta básica para buscar moderar el alza de precios al consumidor a través de una mayor oferta.
Este lunes el Gobierno lanzó una batería de medidas para intentar frenar la escalada inflacionaria de marzo: una apunta a una mejor coordinación de las políticas públicas que se llevan adelante desde el Ministerio de Economía y la Secretaría de Comercio interior, mientras que otra directamente busca reducir impuestos por un período de tiempo para calmar la suba de precios.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) suspendió por 120 días la percepción del Impuesto a las Ganancias y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para mercaderías importadas que incluyen a productos de la canasta básica como alimentos y medicamentos.
Según la Resolución General 5490/2024 publicada este lunes en el Boletín Oficial, "el contexto de alta inflación que atraviesa el país requiere de la implementación de diversas medidas que permitan mitigar sus efectos sobre los sectores más vulnerables".
En ese sentido, establece que esta medida se impulsa con el objetivo de "disminuir la carga impositiva a la importación de una canasta de bienes de primera necesidad a efectos de que se genere una reducción de los precios de dichos productos, como continuidad de la política económica dispuesta por la Administración Nacional orientada a reducir la inflación".
Esto se suma al relanzamiento de un programa que había sido muy utilizado en el Gobierno de Alberto Fernández llamado COFECI (Consejo Federal de Comercio Interior) que tiene por finalidad "el análisis e intercambio de información entre sus miembros, así como la promoción y cooperación para el desarrollo de políticas públicas relacionadas con la materia de comercio interior”. Aunque, en este caso, se aclara que “en ningún caso las tareas o las decisiones del Consejo Federal de Comercio Interior podrán importar una injerencia en asuntos internos de índole política o económica de cada jurisdicción”.
Inflación: el número que mira el Gobierno
Los precios de los alimentos de la canasta básica treparon un 6,9% en la primera quincena de marzo, en medio de la polémica entre el Gobierno y los supermercados y firmas líderes de consumo masivo, según aportó el relevamiento de la consultora LCG.
Durante la segunda semana del tercer mes del año, el estudio reveló que los alimentos aumentaron un 3,3%, impulsados principalmente por las subas en bebidas. Dicha cifra representó un leve retroceso, de 0,3 puntos porcentuales, frente a la primera semana del mes, que había registrado un alza de 3,6%.
De esta manera, los productos de la canasta básica escalaron 6,9% en lo que va del mes. Mientras que en el acumulado de las últimas cuatro semanas, tuvieron un incremento promedio de 11,6% y del 11,2% de punta a punta en el mismo período.
El análisis coincidió con las diferencias del Ejecutivo con los supermercadistas y empresarios por la aplicación de promociones (como 2x1 o descuentos del 70% u 80% en la segunda unidad), que según la mirada oficial, esconden la baja de la inflación de las últimas semanas.
Al mismo tiempo, durante la última semana, el Gobierno anunció la apertura de importaciones para productos de la canasta básica para buscar moderar el alza de precios al consumidor a través de una mayor oferta.
La carga tributaria de los alimentos
El domingo se dio a conocer un informe elaborado sobre la canasta de 9 productos de consumo masivo indicó que los impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales representan el 43,9% del precio final. El trabajo elaborado por el IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) se da a conocer en medio del debate por la suba de precios, el mensaje de Luis Caputo a supermercadistas por las promociones y la apertura de importaciones.
De una canasta de bienes habitual formada por estos productos con un valor al día de hoy de $50.064, se ha verificado una carga tributaria de $21.993, es decir, del 43,9% del valor de la compra, expresó el IARAF.
En la canasta elaborada para este artículo se detalla la carga tributaria en sus diferentes niveles.
Los tributos considerados son a nivel nacional son: IVA, Ganancias, Impuesto al cheque, Impuestos internos y las cargas de la Seguridad Social; a nivel provincial, el impuesto a los Ingresos Brutos y a nivel municipal la tasa de Inspección, Seguridad e Higiene.
Según el tipo de productos la carga tributaria puede variar entre el 36 y el 48%.
En el informe del IARAF, por ejemplo, se puede observar el peso de los impuestos sobre los siguientes productos.
Si el consumidor compra un kilo de harina, estará pagando $ 305 pesos en impuestos en un ticket de $ 845.
Para el caso de una botella de aceite de girasol, paga $ 1.150, de los cuales $ 480 son impuestos.
En un paquete de medio kilo de arroz, hay $747 pesos de impuestos en una compra de $ 1.790.
Fuente: ambito.com