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Publicado: Martes, 14 Febrero 2023 15:27
Después de un fin de semana con una intensa actividad de objetos voladores no identificados en Estados Unidos y Canadá, las agencias de inteligencia buscan entenderlos mejor. Hasta ahora solo hay teorías

Si la verdad está ahí fuera, todavía no es evidente.
Funcionarios del Pentágono y de la inteligencia estadounidense están tratando de entender los tres objetos voladores no identificados sobre Alaska, Canadá y Míchigan que aviones de combate estadounidenses derribaron con misiles el viernes, sábado y domingo.
El último giro de tuerca en el espectáculo aéreo que acontece en los cielos de Norteamérica ocurrió tras un fin de semana tenso en el que, por momentos, parecía una invasión de objetos voladores no identificados.
El objeto más reciente había sido detectado por primera vez el sábado sobre Montana, suscitando al inicio un debate sobre si de hecho tal objeto existía. El sábado, los militares detectaron una señal parpadeante en el radar sobre Montana, que luego desapareció, lo que los llevó a concluir que se trataba de una anomalía. Después, el domingo apareció una señal sobre Montana y después sobre Wisconsin y Míchigan. Una vez que los militares obtuvieron confirmación visual, ordenaron a un F-16 que lo derribara sobre el lago Hurón.
Hay dos grandes preguntas en torno a los episodios: ¿qué eran las naves? Y ¿por qué de repente Estados Unidos parece estar viendo y derribando más?
Todavía no hay respuestas a la primera pregunta. Los funcionarios estadounidenses no saben qué eran los objetos, mucho menos su propósito o quién los envió.
Para la segunda, no está claro si de manera abrupta hay más objetos. Pero lo que es seguro es que, tras la reciente incursión de un globo espía chino, los ejércitos estadounidense y canadiense están hipervigilantes a la hora de notar algunos objetos que antes podrían haber dejado pasar.

Tras el paso del globo espía este mes, el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD, por su sigla en inglés), ajustó su sistema de radar para hacerlo más sensible. Como resultado, el número de objetos detectados aumentó considerablemente. En otras palabras, el NORAD está detectando más incursiones porque las está buscando, impulsado por una mayor concienciación causada por el furor sobre el globo espía, que sobrevoló por el territorio continental de Estados Unidos durante una semana antes de que un F-22 lo derribara el 4 de febrero.
“Hemos estado vigilando más de cerca nuestro espacio aéreo a estas altitudes, incluyendo la mejora de nuestros radares, lo que puede explicar, al menos en parte, el aumento de objetos que hemos detectado durante la semana pasada”, dijo Melissa Dalton, subsecretaria de Defensa para la Defensa Nacional y Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos, en una conferencia de prensa el domingo por la noche.
Los funcionarios estadounidenses no han descartado por completo las teorías de que también podría haber más objetos, y punto. Algunos funcionarios teorizan que los objetos podrían proceder de China, o de otra potencia extranjera, y tener como objetivo probar las capacidades de detección tras el globo espía.
El objeto avistado el domingo acercándose al lago Hurón volaba a unos 6000 metros de altura y representaba una amenaza potencial para la aviación civil, por lo que el presidente Joe Biden ordenó derribarlo, dijeron funcionarios estadounidenses. Tenía una estructura octogonal de la que colgaban cuerdas, pero no tenía carga útil perceptible, añadieron.
Funcionarios estadounidenses y canadienses afirman que los objetos derribados el viernes y el sábado también volaban más bajo que el globo espía, lo que implicaba un mayor peligro para la aviación civil, razón que llevó a los dirigentes a ordenar su destrucción. Esos dos objetos sobrevolaban zonas de Alaska y el Yukón que tienen pocos residentes, y el tercer objeto derribado el domingo estaba sobre el agua, por lo que los riesgos planteados por la caída de escombros eran mínimos, dijeron.
El globo espía que atravesó Estados Unidos volaba mucho más alto, a alrededor de 18.000 metros, y no representaba un peligro para las aeronaves. Sin embargo, la caída de restos podría haber alcanzado a personas en tierra, según funcionarios del Pentágono.

A lo largo del fin de semana, las autoridades dijeron que estaban intentando determinar qué eran los tres objetos. Según un funcionario del Departamento de Defensa estadounidense, lo más probable es que el primero no fuera un globo, y se rompió en pedazos tras ser derribado el viernes. El objeto del sábado fue descrito por las autoridades canadienses como cilíndrico, y los funcionarios estadounidenses dicen que es más probable que fuera un globo de algún tipo. Un funcionario dijo que parecía poco probable que el objeto del domingo fuera un globo.
El radar del NORAD rastreó los dos primeros objetos durante al menos 12 horas antes de que fueran derribados. Pero los funcionarios del Departamento de Defensa nunca han dicho si detectaron los objetos en el radar antes de que se acercaran al espacio aéreo estadounidense. Un funcionario dijo que no está claro qué mantiene a los objetos en el aire.
Funcionarios estadounidenses dijeron que están revisando el video y otras lecturas de los sensores recogidos por los pilotos estadounidenses que observaron los objetos antes de su destrucción. Pero la naturaleza exacta de los objetos, su procedencia y su finalidad no se confirmarán hasta que el FBI y la Real Policía Montada de Canadá tengan la oportunidad de examinar a fondo los restos, dijeron las autoridades.
Cuando se le preguntó en una rueda de prensa el domingo si había descartado el origen extraterrestre, el general Glen D. VanHerck, comandante del Mando Norte de las Fuerzas Aéreas, dijo: “No he descartado nada en este momento”. Pero en entrevistas realizadas el domingo, funcionarios de seguridad nacional descartaron cualquier idea de que lo que la Fuerza Aérea disparó desde el cielo representara algún tipo de visitante extraterrestre. Nadie, dijo un alto funcionario, piensa que estos objetos sean otra cosa que dispositivos fabricados aquí en la Tierra.
Luis Elizondo, el oficial de inteligencia militar que dirigió el programa ovni del Pentágono hasta 2017, coincidió. Pero dijo que el gobierno de Joe Biden debe encontrar una manera de equilibrar la vigilancia sobre lo que está sucediendo en los cielos de Estados Unidos contra “perseguir nuestra cola” cada vez que algo desconocido aparece; una tarea difícil, dijo.
Durante años, los adversarios han enviado aparatos de baja tecnología a los cielos de Estados Unidos, dijo Elizondo.
“Lo que está ocurriendo ahora es que se está usando tecnología de gama baja para acosar a Estados Unidos”, dijo en una entrevista. “Es una forma de alto impacto y bajo costo para China de hacer esto, y cuanto más se busque en el cielo, más se verá”.
A instancias del Congreso, el Pentágono y las agencias de inteligencia estadounidenses han intensificado en los últimos años el estudio de incidentes inexplicables cerca de bases militares. Los estudios sobre lo que la comunidad de inteligencia denomina fenómenos aéreos no identificados han señalado esfuerzos no detectados anteriormente para llevar a cabo la vigilancia de ejercicios y bases militares estadounidenses. Muchos de esos incidentes inexplicables han sido globos, y ahora se cree que algunos de ellos son intentos de actividad de vigilancia por parte de China u otras potencias, tanto con globos como con drones de vigilancia.
En un informe público publicado el mes pasado, la comunidad de inteligencia afirmó que de 366 incidentes inexplicables, 163 fueron identificados posteriormente como globos. Un documento clasificado relacionado cuyos hallazgos fueron reportados este mes por The New York Times dijo que al menos dos incidentes en bases militares estadounidenses podrían ser ejemplos de tecnología aérea avanzada, posiblemente desarrollada por China.
“Ahora podemos evaluar los patrones de vuelo y la trayectoria de una manera mucho más científica”, dijo la senadora Kirsten Gillibrand, una demócrata por Nueva York que escribió la reciente legislación que ordena una mayor información militar interna y el análisis de los fenómenos aéreos, lo que lleva a una mayor documentación de los avistamientos. “Hay que saber quién utiliza la tecnología y de qué se trata”.
La teoría más alarmante que barajan algunos funcionarios estadounidenses es que los objetos sean enviados por China u otra potencia en un intento de conocer mejor los radares o los sistemas de alerta temprana estadounidenses.
Un alto funcionario del gobierno dijo que una teoría —y la persona hizo hincapié en que es solo una teoría— es que China o Rusia enviaron los objetos para poner a prueba las capacidades estadounidenses de recopilación de inteligencia. Podrían haber sido enviados para aprender tanto la rapidez con la que Estados Unidos se da cuenta de una intrusión como de la rapidez con la que el ejército puede responder a tal incursión, dijo el funcionario.
Los funcionarios estadounidenses coinciden en su creencia de que el globo espía que transitó por Estados Unidos era un artefacto chino destinado a realizar tareas de vigilancia en bases militares estadounidenses. Los funcionarios dijeron que no estaba claro si China tuvo el control total del globo durante todo su viaje. Pero los funcionarios dijeron que China tenía al menos una capacidad limitada para dirigirlo, y el globo maniobró el 3 de febrero antes de ser derribado al día siguiente.
Otro funcionario estadounidense dijo que el globo espía chino estaba equipado con un mecanismo de autodestrucción, pero Pekín no lo utilizó, una posible señal de que los funcionarios chinos querían seguir recopilando información, incluso después de que fuera descubierto.
La revelación del globo por el Pentágono el 2 de febrero provocó una crisis diplomática pública entre China y Estados Unidos. Pekín dijo que tenía derecho a responder más detalladamente. El domingo, un periódico chino reportó que las autoridades marítimas locales de la provincia de Shandong, en la costa oriental, habían avistado un “objeto volador no identificado” en aguas de la ciudad de Rizhao y se disponían a derribarlo. Las agencias de noticias estatales repitieron la información.
Si alguno de los artefactos destruidos en Norteamérica en los recientes tres días fuera chino, supondría una gran provocación tras el globo espía, una de las razones por las que algunos funcionarios dicen que no hay que sacar la conclusión precipitada de que los objetos son dispositivos de vigilancia enviados desde Pekín.
Los funcionarios de Pekín parecen querer limitar las tensiones en torno al globo espía, al dar a entender a algunos funcionarios estadounidenses que es menos probable que los últimos objetos sean provocaciones o pruebas chinas deliberadas.
Funcionarios del Pentágono han venido alertando sobre las deficiencias de los anticuados sistemas de alerta, radares y sensores de Norteamérica.
El año pasado, al hablar en la Conferencia de Seguridad de Aspen en Colorado, el general VanHerck dijo que Estados Unidos había tenido dificultades para detectar ciertas intrusiones, lo que él llamó “desafíos de conciencia de dominio”. VanHerck dijo que los radares del NORAD no podían detectar adecuadamente los hipersónicos y otras amenazas.
Pero también dijo que Estados Unidos y Canadá estaban invirtiendo en nuevos radares de intervención inmediata para identificar mejor las amenazas potenciales, así como en sistemas de inteligencia artificial para ayudar a detectar posibles intrusiones.
“Estoy muy animado con hacia dónde vamos”, dijo el general VanHerck en julio, “pero todavía tenemos algunos retos en los que trabajar”.
Fuente: infobae.com
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Publicado: Viernes, 10 Febrero 2023 15:29
El flamante vicepresidente del Partido Conservador se despachó: “Nadie cometió un crimen después de ser ejecutado. Es una medida que tiene un porcentaje de éxito absoluto: el 100 por ciento”.

Es un clásico. Cuando las papas queman, los conservadores sacan los tambores de guerra con la pena de muerte a la cabeza. El flamante vicepresidente del Partido Conservador, Lee Anderson, nombrado esta semana por el primer ministro Rishi Sunak, levantó polvareda pidiendo una reinstalación de la pena de muerte, criticando los bancos humanitarios de alimentos y proponiendo un bloqueo naval de los refugiados que intentan cruzar el Canal de la Mancha que divide como un abismo a Francia y el Reino Unido.
En una entrevista con el conservador semanario The Spectator, Anderson cubrió estos temas que hacen las delicias de la derecha conservadora más rancia. “Nadie cometió un crimen después de ser ejecutado. Es una medida que tiene un porcentaje de éxito absoluto: el 100 por ciento”, dijo Anderson.
Hombre de convicciones inamovibles, no se inmutó ante la posibilidad de ejecutar a un inocente. “Hay ciertos grupos que dicen que nunca se puede probar del todo un crimen. No es así. Se puede probar sin lugar a dudas si el crimen fue captado por video como sucedió con los asesinos de Lee Rigby (… acuchillado por dos islamistas en plena calle de Londres en 2013…). Los deberíamos haber ejecutado públicamente esa misma semana. No quiero que mis impuestos sirvan para pagar la cárcel de estos individuos”, señaló el actual vicepresidente del Partido Conservador.
Antiinmigrante
En las misma línea bélica son sus “soluciones” a la inmigración. “Los que cruzan el canal en botes encuentran un país en el que las calles están pavimentadas con oro, donde no los alojan en una tienda de mierda (…fucking scruffy tent….) sino en un hotel de cuatro estrellas. Yo los enviaría el mismo día de vuelta a Calais en una fragata de la Armada británica. Allí me prepararía para un largo impasse hasta que se resuelva la situación”.
En este discurso clásico de la mano dura, no podía faltar la victimización de la pobreza. El año pasado en el parlamento Anderson declaró que la proliferación de bancos de alimentos en el Reino Unido (casi 200 solo en Inglaterra) se debía a que sus usuarios carecían de habilidades culinarias y manejo presupuestario porque con 30 peniques (45 centavos de dólar) se podía hacer una comida. “Me hice cargo solo de la educación de mis dos hijos durante 17 años así que no voy a aceptar lecciones de nadie sobre lo que es pasarla mal. Sé lo que es poner tu último billete de cinco libras en el regulador de gas para poder tener calefacción y gas. Sé lo que es vender tu coche porque no te da para mantenerlo”, se defendió Anderson en el The Spectator.
Recalcitrantes y trabajadores desclasados
Anderson apela a la vena más recalcitrante del partido conservador y a los sectores más "moralmente" conservadores de la clase trabajadora empobrecida del norte inglés que votó a Boris Johnson en 2019.
En el caso de la pena de muerte solo estos sectores están a favor. La pena capital se abolió en 1965. En el siglo 16 se aplicaba con asombrosa ligereza: se podía ejecutar a desempleados y vagos. Enrique VIII no solo descabezó a sus esposas: se calcula que unas 72 mil personas fueron ejecutadas por “vagancia”. Recién en la posguerra se produjo la última ejecución: una mujer, Ruth Ellis, fue sentenciada en 1955 a la horca por el asesinato de su amante. Tuvieron que pasar otros 10 años para que la sociedad y el parlamento aceptaran la abolición. Desde entonces, la Cámara de los Comunes repelió intentos de restaurarla y una abrumadora mayoría de la opinión pública se opone a un regreso a la barbarie.
En el caso de los bancos de alimentos la posición de Anderson es ligeramente más popular dentro y fuera del partido, pero también representa una posición minoritaria. En el tema de la inmigración un porcentaje más amplio (alrededor del 30%) cree que hay que librarse como sea de los inmigrantes, pero casi el 50% de la población opina que son un aporte positivo a la sociedad.
A pesar de esta disonancia con el resto de la sociedad, la posición dura de Anderson lo ha convertido en una estrella interna del Partido Conservador. Desde que se convirtió en diputado de Nottingham, en el norte de Inglaterra, uno de los escaños de la otrora muralla roja (votantes históricos del laborismo que se pasaron a los conservadores en las elecciones de 2019 que entronaron a Boris Johnson de la mano del Brexit duro), Anderson ha recorrido diversos circuitos de charlas y conferencias en las Asociaciones conservadoras del país donde cosechó ovaciones de su audiencia.
No todos los conservadores, sin embargo, están celebrando su ascenso. El ala moderada señala que este tipo de retórica va a terminar de repeler a los votantes del sur inglés que oscilan entre los conservadores y los liberal demócratas: esto le puede costar muchos escaños en las elecciones generales del próximo año. Pero además el presidente y vicepresidente del Partido son tradicionales voceros y defensores del gobierno en los medios.
Este jueves, a solo dos días de su nombramiento, el mismo primer ministro tuvo que salir a desmarcarse de las declaraciones de Anderson sobre la pena de muerte. “No estoy de acuerdo con lo que dijo. No es mi visión ni la del partido. Pero los conservadores estamos unidos en nuestra decisión de terminar con la delincuencia y que nuestras calles sean otra vez seguras por lo que vamos a endurecer las condenas para los más violentos”, dijo Sunak.
Sobre pirómanos e incendios
A menos que ocurra lo extremadamente improbable y Anderson modere sus intervenciones, está claro que sus entrevistas públicas se van a convertir en un continuo volcán en erupción para el gobierno. La pregunta obvia es ¿por qué lo nombró Sunak?
Los conservadores están arrinconados. Hay un plan de lucha desde junio pasado en los servicios públicos, el transporte anda a cuenta gotas, el Servicio Nacional de Salud (NHS) está desintegrándose con un 10% de vacantes en sus filas y una lista de espera de más de siete millones de personas, la inflación es de dos dígitos, acaban de aumentar las tasas de interés bancarias y amenazan con el fantasma del impago a más de dos millones de hogares, la recesión se va a extender por el resto del año (según el FMI el Reino Unido es el único país desarrollado, incluyendo a Rusia, que tendrá crecimiento negativo este año).
Esta lista de calamidades es apenas una muestra de un partido que está en el poder desde hace 13 años con la consigna de la austeridad. ¿Tiene sentido poner a un pirómano a apagar el fuego? En apariencia el objetivo es sobrevivir las elecciones locales de mayo donde todo parece apuntar a que los conservadores perderán muchísimos municipios y cientos de concejales. No es una mera elección local. Inglaterra es un país unitario donde solo hay gobierno central y municipios: no existe el estamento provincial.
En teoría el mensaje duro de Anderson alentaría a que sus propios votantes superen el desaliento de la crisis y vayan a las urnas a la vez que ayudaría a sostener en pie algo de la muralla roja que votó a los conservadores en 2019 y que hoy se siente decepcionada por el incumplimiento de sus promesas. En medio de tanta crisis será un extraordinario pase de magia si esta retórica incendiaria evita una hemorragia de votos que podría hacer tambalear al primer ministro Rishi Sunak.
Fuente: pagina12.com.ar