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Publicado: Miércoles, 10 Agosto 2022 17:54
Beijing dijo que trabajará para una “reunificación pacífica”, pero aclaró que “no renunciará al uso de la fuerza”.

China reafirmó el miércoles su amenaza de utilizar la fuerza militar para anexionar la isla autónoma de Taiwán, en medio unas amenazadoras maniobras militares de Beijing que han elevado las tensiones entre las dos partes a su nivel más alto en años.
La larga declaración política de la Oficina de Asuntos de Taiwán del gobierno chino y de su departamento de prensa se produjo tras casi una semana de lanzamiento de misiles e incursiones en las aguas y en el espacio aéreo taiwanés por parte de buques y aviones de guerra chinos.
Estas acciones han interrumpido los vuelos y el transporte marítimo en una región crucial para las cadenas de suministro globales, lo que derivó en una dura condena por parte de Estados Unidos y Japón, entre otros países.

Una versión en inglés del comunicado chino apuntó que Beijing "trabajará con la mayor sinceridad y hará todo lo posible para lograr la reunificación pacífica".
"Pero no renunciaremos al uso de la fuerza y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias. Esto es para protegernos de la interferencia externa y de todas las actividades separatistas", agregó la nota.
"Siempre estaremos dispuestos a responder con el uso de la fuerza u otros medios necesarios a la injerencia de fuerzas externas o a la acción radical de elementos separatistas. Nuestro objetivo último es garantizar las perspectivas de una reunificación pacifica de China y avanzar en este proceso", apuntó la declaración.

El viaje de Pelosi
China sostiene que sus amenazas estuvieron motivadas por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla la semana pasada, pero Taiwán dice que este tipo de viajes son habituales y que Beijing lo utilizó como mero pretexto para endurecer sus postura.
Como parte de su respuesta, Beijing dijo que suspenderá el diálogo acerca de una amplia gama de cuestiones, desde la seguridad marítima al cambio climático, con Washington, que es el principal respaldo militar y político de Taiwán.
El ministro taiwanés de Exteriores advirtió el martes que los ejercicios militares chinos reflejan la ambición de controlar grandes zonas del Pacífico occidental, mientras que Taipéi realizó sus propias maniobras para subrayar su disposición a defenderse.
La estrategia de Beijing incluiría controlar los mares de China oriental y meridional a través del estrecho de Taiwán e imponer un bloqueo para impedir que Washington y sus aliados ayuden a la isla en caso de un ataque, indicó Joseph Wu en una conferencia de prensa en Taipéi.
Beijing ha ampliado las maniobras en curso y no ofreció una fecha de finalización, aunque parece que por el momento continúan.
El Ministerio de Defensa chino y el Mando Oriental emitieron sendos comunicados que apuntaron que los ejercicios habían logrado su objetivo de enviar una advertencia a los partidarios de la independencia formal de Taiwán y a sus patrocinadores extranjeros.

La presidenta Tsai Ing-wen y el gobernante Partido Democrático están "empujando a Taiwán hacia el abismo del desastre y tarde o temprano quedarán grabados en el pilar de la vergüenza histórica'', afirmó el vocero del Ministerio de Defensa, el coronel Tan Kefei, en declaraciones publicadas en el cibersitio del departamento.
Las tropas que participan en los ejercicios han "probando de forma eficaz las capacidades conjuntas de combate'', dijo el Mando Oriental en su perfil de Weixin, una red de microblogs similar a Twitter.
"Las tropas vigilarán los cambios en la situación en el estrecho Taiwán, seguirán realizando entrenamientos y preparativos militares, organizarán patrullas regulares de preparación para el combate en el estrecho de Taiwán y defenderán con determinación la soberanía nacional y la integridad territorial", apuntó el portavoz, el coronel Shi Yi.
Antecedentes
Taiwán se separó del territorio continental chino en la guerra civil de 1949 y sus 23 millones de habitantes se oponen mayoritariamente a su unificación política con China. Prefieren mantener una relación económica estrecha y el statu quo de su independencia de facto.

Con sus ejercicios, China se ha acercado a las fronteras de Taiwán y podría tratar de establecer una nueva normalidad en la que podría llegar a controlar el acceso a los puertos y el espacio aéreo de la isla.
Además de lanzar misiles al estrecho de Taiwán, en los simulacros de casi una semana de duración se vieron barcos y aviones chinos cruzando la línea central del estrecho, que durante mucho tiempo se ha considerado una zona segura frente a un conflicto abierto.
Estados Unidos, principal apoyo de Taipéi en la comunidad internacional, también se ha mostrado dispuesto a hacer frente a las amenazas chinas.
Washington no mantiene una relación diplomática formal con Taiwán por deferencia a Beijing, pero está legalmente obligado a garantizar que la isla pueda defenderse y a tratar todas las amenazas contra ella como asuntos de grave preocupación.
Fuente: clarin.com
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Publicado: Jueves, 28 Julio 2022 17:34
Las críticas del gobierno de Justin Trudeau se hacen eco de los reclamos de las comunidades indígenas, que señalaron que el pontífice no mencionó los abusos sexuales sufridos por los estudiantes en los internados.

El gobierno canadiense consideró que las disculpas del papa Francisco a los pueblos indígenas por los abusos en los internados que solía dirigir la Iglesia en el país son insuficientes, e insinuó que la reconciliación en torno a la dolorosa historia sigue siendo en gran medida una labor en curso.
Las críticas del gobierno reiteran las de algunos sobrevivientes, quienes señalan que Francisco omitió cualquier referencia a los abusos sexuales sufridos por niños indígenas en las escuelas y que, en un principio, se mostró reticente a declarar que la Iglesia católica como institución tuviera responsabilidad en lo sucedido.
Según consignó la agencia AP, la reacción oficial del gobierno fue emitida a la llegada del pontífice a Quebec para reunirse con el primer ministro, Justin Trudeau, y la gobernadora general, Mary Simon, en la residencia de la funcionaria en esa ciudad, la fortaleza Citadelle situada en lo alto de una colina, en la segunda etapa de la visita de una semana del Papa a Canadá.
Francisco ha dicho que efectúa una “peregrinación penitencial” para expiar culpas por el papel de la Iglesia en el sistema de internados escolares, en los que generaciones de niños indígenas fueron retirados de sus familias por la fuerza y obligados a asistir a esas instituciones financiadas por la Iglesia y el gobierno para asimilarlos a la sociedad canadiense, de religión cristiana. El gobierno de Canadá ha dicho que el maltrato físico y sexual era constante en las escuelas, en las que se golpeaba a los alumnos por hablar sus lenguas nativas.
El Papa se disculpó el lunes por la “maldad” del personal eclesiástico de las escuelas y por la “catastrófica” secuela del sistema escolar en las familias indígenas. El miércoles, en un discurso ante autoridades de gobierno, Francisco reiteró sus disculpas y censuró al sistema escolar, diciendo que era “deplorable”.
El pontífice hizo notar que dicho sistema era “promovido por las autoridades gubernamentales de la época” como parte de una política de asimilación y emancipación. Pero en respuesta a las críticas, añadió que en ella “estuvieron involucradas varias instituciones católicas locales”.
El rol de la Iglesia
Los pueblos indígenas han exigido desde hace tiempo que el Papa asuma la responsabilidad no sólo por los abusos cometidos por ciertos sacerdotes católicos y órdenes religiosas, sino por el apoyo institucional de la Iglesia católica a las políticas de asimilación y la justificación religiosa del papado en el siglo XV a la expansión colonial europea para propagar el cristianismo.
Más de 150.000 niños indígenas de Canadá fueron retirados de sus casas en el siglo XIX hasta la década de 1970 y colocados en las escuelas en un intento por aislarlos de la influencia de sus familias y su cultura.
Trudeau, un católico cuyo padre, Pierre Trudeau, fue primer ministro cuando aún funcionaban los últimos internados, insistió en que la Iglesia católica, como institución, carga culpa y debe hacer más para expiarla.
En palabras pronunciadas ante Francisco, Trudeau subrayó que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá había solicitado en 2015 que el Papa ofreciera una disculpa en suelo canadiense y que la visita de Francisco “no habría sido posible sin el valor y la perseverancia” de los sobrevivientes de las Naciones Originarias, inuit y metis, que viajaron al Vaticano hace algunos meses para apremiar su exigencia de una disculpa.
“Disculpa por el papel que la Iglesia católica, como institución, tuvo en el maltrato, en el abuso espiritual, cultural, emocional, físico y sexual que sufrieron los niños indígenas en los internados dirigidos por la Iglesia”, declaró Trudeau.
El gobierno canadiense ya se disculpó por su papel en el legado de las escuelas. En 2008, el entonces primer ministro Stephen Harper pronunció en el Parlamento una disculpa formal por los internados, diciendo que eran un capítulo triste en la historia canadiense y haciendo notar que la política de asimilación forzosa causó grandes daños.
La segunda misa de Francisco
El papa Francisco afirmó este jueves que los abusos a indígenas canadienses cometidos en algunos de los 139 internados que funcionaron en el país durante casi un siglo fueron una herida al "cuerpo de Cristo" y, al celebrar su segunda misa en el país norteamericano, planteó que las actitudes de los cristianos involucrados representaron "el escándalo del mal".
"¿Qué ha pasado?, ¿por qué ha sucedido?, ¿cómo ha podido ocurrir? Hermanos y hermanas, son preguntas que cada uno de nosotros se hace a sí mismo; y son también cuestiones candentes que resuenan en el corazón de la Iglesia que peregrina en Canadá, en este arduo camino de sanación y reconciliación que está realizando", señaló el pontífice desde el Santuario de Santa Ana de Beaupré, en Quebec.
Frente a 1.400 personas dentro del Santuario, en su mayoría indígenas a los que los organizadores reservaron el 70 por ciento de las entradas, y otras 15.000 en los alrededores, el Papa mostró una vez más su cercanía en un lugar de fuerte representación para el catolicismo de toda América del Norte al que peregrinan cerca de un millón de personas al año.
Entre los peregrinos que llegaron hasta los alrededores del Santuario, en la zona conocida como las "llanuras de Abraham", Télam dialogó con los miembros de la comunidad indígena Mashteuiatsh, que caminaron 275 kilómetros en una semana para poder escuchar al pontífice.
"Fue un trabajo en equipo, cada uno caminó los kilómetros que pudo y nos apoyamos entre todos para venir a escuchar al Papa y reflexionar junto a otras comunidades", planteó uno de los líderes, Jay Launière-Mathias, sobre la llegada del grupo integrado por sobrevivientes del internado Pointe-Bleue, que cerró en 1991.
La reflexión de Francisco se dio en continuidad con el pedido de perdón hacia los indígenas del país por el rol de los cristianos en el sistema de escuelas residenciales que estuvieron activas de 1883 a 1996, en las que se reportaron casos de abusos físicos, psicológicos y sexuales a niños nativos y que marca la visita papal a Canadá.
"También nosotros, ante el escándalo del mal y ante el Cuerpo de Cristo herido en la carne de nuestros hermanos indígenas, nos hemos sumergido en la amargura y sentimos el peso de la caída", profundizó Francisco en esa dirección.
Fuente: pagina12.com.ar