El rosarino se convirtió en el segundo seleccionador extranjero en la Celeste después del también argentino Daniel Passarella.
A doce años de su despedida del seleccionado chileno, Marcelo Bielsa volvió al fútbol sudamericano para dirigir a Uruguay. En su presentación, en el Estadio Centenario, el Loco expresó su felicidad por este nuevo desafío, tras su paso por la Premier League, donde condujo al Leeds hasta febrero de 2022.
"No tuvieron que convencerme, casi diría que todo lo contrario. Mi deseo de pertenecer a este proyecto tiene dos extremos muy convincentes para mí: uno es los jugadores que posee Uruguay, me gusta el grupo de jugadores que han representado a Uruguay en los últimos año. Y el otro es el destinatario del trabajo de una Selección que es el ciudadano de a pie", comenzó quien se convirtió este miércoles en el segundo seleccionado extranjero de la Celeste, tras el paso del también argentino Daniel Passarella entre 1999 y 2001.
Y contó una anécdota: "Un día vine con mi esposa a pasar el fin de semana a Montevideo y volvimos de Carrasco en transporte público. Estaba repleto, el viaje duró 45 minutos y se produjeron un montón de episodios que pusieron a prueba la civilidad de los que iban arriba del micro. Nuestras conclusiones fueron de admiración por la generosidad con que la gente interactuó en ese viaje, porque iban amontonados e incómodos. Generosidad, digo, por el respeto a los niños, mayores y mujeres. Entró una mujer a controlar los boletos y todo funcionó".
"Esos dos extremos, los jugadores y la estatura del ciudadano, que es el destinatario de lo que los jugadores hacen, fueron dos elementos de mucho peso (en la decisión)", concluyó con la respuesta a su primera pregunta en una conferencia de prensa que arrancó con la presentación del presidente de la AUF, Ignacio Alonso, y en la que el Loco pidió responder directamente las consultas de algunos de los más de 300 periodistas en una sala repleta.
Al ser consultado sobre el trabajo del Maestro Tabárez al frente de la Celeste, Bielsa tuvo palabras de elogios para el entrenador uruguayo. "Siempre he tenido respeto por sus procedimientos y por lo que construyó estructuralmente en el fútbol uruguayo y la estructura traducida en resultados. Lo admiro, la palabra admiración suena siempre a exagerada pero acá corresponde. Tengo mucho respeto por la forma en que ha elegido interpretar la posición de entrenador", respondió el Loco.
El entrenador de 67 años (cumplirá uno más el 21 de julio), que llegó a Montevideo el domingo sin avisarles a los dirigentes de la Asociación Uruguaya de Fútbol y viajó en un bus de línea al Complejo Celeste para reunirse con sus nuevos empleadores, reveló que habló con Diego Alonso, el entrenador anterior, pero no así con referentes como Luis Suárez ni Edinson Cavani, por lo que no podía emitir una respuesta sobre su continuidad o no en el seleccionado.
"Creo que corresponde establecer un diálogo, un contacto. Escuchar y ser escuchado. Luego, la inevitable tarea de decidir si es que es necesario hacerlo en un sentido o en el otro, no tengo una posición previa establecida. Creo que hablar sin haber hablado con ellos no sería prudente", explicó.
"No dije que no vayan a jugar más ni lo contrario -aclaró-. Simplemente dije que cualquier decisión que involucre a algún jugador uruguayo con antecedentes históricos no puede ser tratada sin escucharlos". Y subrayó: "Soy muy respetuoso de los ídolos porque son patrimonio de la gente. El ídolo es un metal precioso para los más pobres. Jamás haría concientemente algo que pueda dañar a un ídolo".
Bielsa es conciente de que deberá iniciar un proceso de recambio generacional, pero remarcó que "la edad es apenas un condimento que puede ser positivo o negativo". "Los jugadores acceden a un lugar si son mejores que aquellos a los que desplazan. Los procesos generacionales son naturales y se producen, un poco más tarde o más temprano. Me cuesta mucho aventurar cómo puede darse un ciclo que no comienza y sobre el que no he tomado ninguna medida que pueda influir. Creo que está bien que actúe de ese modo porque al no haber ejercido aún no sería prudente", comentó.
En ese sentido, dio a conocer que en la fecha FIFA de junio -cuando Uruguay jugará contra Nicaragua y Cuba- elegirá a los jugadores "que menos conozca". "Para terminar de conocer a un jugador es necesaria la cercanía de un ciclo de entrenamientos. Utilizaré estos días de junio para familiarizarme con quienes menos he visto y conozco. Luego, en la de septiembre, que es a todo o nada, se terminan las evaluaciones", reflejó al comparar los amistoso con el arranque de las Eliminatorias, en las que debutará frente a Chile en Montevideo.
En una extensa conferencia de prensa que se prolongó por más de una hora, al Loco se lo notó distendido y feliz de asumir en una selección a 12 años de su último proceso y un año después de su último trabajo como DT.
"Las diferencias son muy, muy grandes: dirigir a un club es un trabajo de intervención constante y una selección es reunir rapidamente individualidades de gran nivel. Una de las cosas que yo consideré mucho es que no iba a tener en ningún club -de los que me podrían ofrecer a mí- un grupo de jugadores como los que Uruguay tiene en este momento", resaltó.
La crítica del ámbito uruguayo: "Me parece muy legítimo, como también es legítimo que un extranjero dirija otro país"
La llegada de Bielsa generó revuelo en el fútbol uruguayo entre quienes no están de acuerdo en que un extranjero sea el seleccionador. Entre ellos se expresó Martín Lasarte, a quien se refirió el Loco y contó una peculiar anécdota de cuando ambos coincidieron en España.
"Lasarte es un caballero, no creo que haya dicho nada imprudente. Recuerdo que un día él dirigía a la Real Sociedad y no sé si yo tenía alguna posibilidad de sucederlo más adelante y fui a ver un partido a San Sebastián. Siempre me reproché esa conducta pero él nunca me la reclamó", confesó.
"Lo que él dijo no merece desde mi posición ningún reproche y lo que dijeron el resto de los entrenadores uruguayos me parece muy legítimo, como también es legítimo que un extranjero dirija otro país. Es un sentimiento: ¿qué uruguayo no quiere dirigir al seleccionado de su país? Son repercusiones que mezclan sentimiento y pertenencia hacia lo propio que me parecen muy justificadas", zanjó.
Consultado por el tema por otro periodista, el rosarino recordó: "Iguales pero distintos, leí una vez sobre Uruguay y Argentina. Usted me hace una pregunta que sabe la respuesta... En el fútbol, y siendo connacional o extranjero, la aceptación tiene un solo nombre: victoria. Después habrá más o menos paciencia, según el sentir popular de si el protagonista la merece o no".
"El rechazo a lo que no es propio, a lo extranjero, es legítimo, es un sentimiento que consolida la identificación de lo propio. Y todo sentimiento que consolida la identificación de lo propio es legítimo, sobre todo en un país que está futbolizado y que tiene jugadores y entrenadores prestigiosos. También la interacción de las personas está vinculada a reconocer en hacer lo que está bien y evitar hacer lo que está mal. Ese código de actuar correctamente tendrá algunos vínculos con valores personales pero es universal", concluyó.
Cuando le pidieron un diagnóstico del último tiempo de la selección y del fútbol local, un Loco fiel a sus ideales respondió: "El fútbol es la gente y los jugadores. Después estamos los que mediamos entre ellos: los entrenadores, los periodistas y los dirigentes, que somos lo peor del fútbol, claramente. Y eso es verificable".
"El fútbol tiene cada vez más adeptos y se parece menos a lo que permite que un hincha se enamore del juego. Los resúmenes de tres minutos no son el fútbol. Es como si uno viviera con la esposa solo los sábados a la noche, no hay matrimonio que fracase, ¿no es cierto? Si uno ve el fútbol en highlights ¿cómo no te va a gustar el fútbol? Eso es ser espectador y al fútbol lo mantienen los hinchas", agregó despertando las risas de los 300 acreditados.
Por último, sin dar mayores precisiones sobre su cuerpo técnico, manifestó que incorporará integrantes uruguayos, porque lo ayudarán "a conectar con más facilidad con las cosas de un país que son necesarias conocer". Y descartó la creencia de que Uruguay contrató a uno de los mejores entrenadores del mundo. "En el mundo del fútbol hay 20 grandes equipos: yo nunca los dirigí ni me los ofrecieron. ¿Cómo podría ser yo uno de los grandes del fútbol sin dirigir a un gran equipo? No lo soy y esta regla indiscutible lo verifica".
Fuente: clarin.com