En febrero la tasa mensual fue 6,6% y la anual 102,5%, la más elevada desde octubre de 1991. Alimentos fue el rubro que más subió.
La inflación de febrero sorprendió al arrojar un aumento superior al que estimaron todas las consultoras privadas y que el Gobierno había dejado trascender en las horas previas. El índice de precios al consumidor registró una suba de 6,6%. Así, la variación interanual llegó a 102,5 %, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Se trata de la inflación interanual más alta en 32 años. La última vez que había llegado a esos niveles fue en octubre de 1991, cuando -durante el menemismo- era ministro de Economía Domingo Cavallo. Ya regía el plan de convertibilidad y la inflación empezaba a ceder de la hiper.
"Febrero es un mes en el cual la estacionalidad suele jugar a favor de menores aumentos mostrando cierta moderación respecto a diciembre y enero. Pero esta oportunidad no fue así porque pesaron distintas cuestiones: una inercia elevada a partir de expectativas que no encuentran anclas, corrección de precios recientemente atrasados como la carne y otros de más larga data como tarifas de electricidad y gas", explicó la consultora LCG.
De acuerdo con la información del organismo estadístico, la categoría que más aumentó en febrero, fue la de alimentos y bebidas, que acumuló un incremento de 9,8 %. Prácticamente el triple, de 3,2% que autorizó la Secretaria de Comercio para los productos que no están incluidos en los 2.000 productos congelados del programa Precios Justos.
En segundo lugar, el rubro comunicación aumentó 7,8%. Restaurantes y hoteles completaron el podio con una suba de 7,5 % registrado en medio de la temporada de verano y mucho movimiento turístico.
Bienes y servicios, por su parte, aumentaron 6,5 % mientras que la categoría de recreación y cultura subió 6,1%. Lo siguieron, salud con 5,3 % y bebidas alcohólicas con 5,2 %.
El rubro que menos suba registró en el mes de febrero fue el de educación: subió 3,2 %. Y prendas y calzado de vestir 3,9 %. No obstante, estas ramas acusarán nuevos aumentos en marzo, al igual que las tarifas de agua y gas y el transporte, entre otros.
En la información que dio a conocer el organismo oficial, se hizo evidente un dato preocupante: la inflación núcleo (aquella que no tiene en cuenta las variaciones de los productos estacionales) marcó un aumento de 5,4% a 7,7%. Es decir, aceleró 2,3 puntos respecto de enero, dando cuenta de la persistencia de una elevada inercia del proceso inflacionario.
La inflación de enero
En la previa del dato del martes, se conocía que si la inflación de febrero superaba 5,3%, el índice interanual alcanzaría el 100%, un número que incomodaría al Ministerio de Economía. Sergio Massa había dicho que esperaba que en abril la inflación arrancara con 3.
En 2022 la inflación fue 94,8%, la más alta desde 1991. Y las expectativas del ministro eran mantener un IPC por debajo de 4% para los primeros meses del año. Esa ilusión se esfumó ahora.
El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, dijo que el dato de febrero fue "muy malo" y lo atribuyó a la suba de la carne por la sequía. También admitió través de Twitter un cambio de expectativas: ahora esperan que la inflación "se acerque a 3%" para fin de año y no para abril, como había dicho Massa.
"La meta del Gobierno de una inflación alrededor del 60% interanual para diciembre luce cada vez más inasequible", opinó Ecolatina. "A modo ilustrativo, entre marzo y diciembre la variación mensual del IPC debería ser en promedio del 3,5%", ejemplificó.
En la previa a esta nueva medición publicada por el INDEC, las consultoras privadas habían adelantado que la inflación de febrero iba a estar también rondando el 6%, tal como sucedió en enero. Ese pronóstico se basaba, según un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en una suba de la carne, que aumentó 29% el mes pasado. Según tuiteó el economista Isaías Marini, de Econviews, el aumento de la carne "en febrero explicó cerca de la mitad de la suba de alimentos en el Gran Buenos Aires".
De hecho, con el dato cerrado de febrero, los economistas, señalaron -al igual que Rubinstein- que el fuerte impacto de la carne, explicó cerca de la mitad de la suba de alimentos en el Gran Buenos Aires.
Hasta ahora, el IPC más alto de toda la gestión de Alberto Fernández fue el indicador del pasado mes de julio cuando llegó a 7,4%, siendo la marca más alta desde abril de 2002, cuando alcanzó el 10,4%.
Fuente: clarin.com