El alemán, ex número 1 del tenis mundial, tendrá actividad en las próximas semanas, luego de haber sido liberado al cumplir la mitad de los 15 meses por los que había sido condenado.
Reinventarse o, en realidad, reinsertarse, como se aplica en el idioma carcelario para aquellos que intentan volver a la sociedad después de cumplir una condena. En eso anda el alemán Boris Becker, ex número 1 del tenis mundial, y que en diciembre pasado fue liberado luego de cumplir en una prisión de Reino Unido la mitad de los 15 meses a los que había sido condenado por por ocultar su patrimonio monetario e inmobiliario para declararse en bancarrota y no pagar sus deudas. En las próximas semanas, será uno de los rostros de las transmisiones de un canal europeo en el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada.
El tres veces campeón de Wimbledon, que fue deportado a Alemania, comentará el partido central de cada jornada por la cadena Eurosport, y tendrá su propio programa 'Matchball Becker' para analizar todo lo que suceda en Melbourne Park a partir del próximo 16 de enero.
La aclaración que realizó el diario alemán Bild, fue que Becker, de 55 años, no viajará a Ocenía, sino que estará desde un estudio en la ciudad de Munich.
“Estoy contento de que Boris Becker reintegre nuestro equipo Eurosport desde el Australian Open. Desde 2017, Boris es parte integrante de las transmisiones de tenis en Eurosport”, anunció Jochen Gundel, uno de los responsables de la filial alemana de Warner Bros Discovery, la casa madre de la cadena.
Una verdadera pesadilla
El alemán purgó ocho meses de su condena por quiebra fraudulenta en la cárcel de Huntercombe, en Oxfordshire.
Becker fue condenado a dos años y medio. Pasó tres meses en la que es considerada la prisión más estricta de Inglaterra, HMP Wandsworth, para luego ser trasladado Huntercombe, donde pasó los últimos cinco.
Boris se vio beneficiado por el sistema denominado "fast-track", que contempla la extradición al país de origen de un detenido si se cumplen determinadas condiciones.
Volvió a su país pese a haber cumplido la mitad de los 15 meses de prisión mínimos a los que había sido sentenciado y ahora no sabe si se quedará a vivir en Alemania o si irá a Estados Unidos o Qatar.
1.136 detenidos extranjeros en el Reino Unido se vieron beneficiados con esta reducción de pena el año pasado, aunque en el caso de Becker él vive en Gran Bretaña desde 2012.
Sin embargo, el alemán nunca solicitó la ciudadanía británica y por eso pudo regresar a Alemania, donde completará su condena en libertad, aunque sin poder regresar al Reino Unido.
Mientras estuvo encerrado, Becker reconoció que llegó a pensar que enloquecería: "Tenía dos grandes preocupaciones, la celda compartida, estaba completamente aterrado".
"Además estaba la ducha. Los filmes no me ayudaron, cuando veía que caía el jabón al piso. La prisión estaba colmada, muy sucia, extremadamente peligrosa, con asesinos, violadores, narcotraficantes, todo ese tipo de cosas, y debes cuidarse porque los guardias no lo harán", completó.
El ex número 1 del mundo dijo, entre otras cosas, que recibió amenazas de violación de otros reclusos y que en octubre uno lo quiso matar y le explicó cómo habría hecho para hacerlo.
"Un prisionero de nombre John me dijo que si no hacía algunas cosas me mataría, lo cual confirmé con otros", reveló el deportista de 55 años al canal de la TV alemana Sat1.
También afirmó que fueron otros tres detenidos quienes le “salvaron la vida". "Por suerte tuve el apoyo de esos tres compañeros y luego me pidió disculpas", agregó entre lágrimas sobre el preso que lo amenazó.
Fuente: clarin.com